Todos en el pueblo van,
porque así Dios lo demanda,
sacando al Santo en andas,
que es San Roque con su can.
La Misa es concelebrada
por tres curas de estos valles,
canta el pueblo por las calles
con el pito y tamborada.
Y en el campanario suenan
dos campanucas nerviosas,
que con frenesí voltean
una oración religiosa.
Somahoz viste de gala
con picayos y romeros,
mozos, viejos y chavalas
llevan al aire pañuelos.
En casa de las vecinas,
huele a pollo tomatero,
y hasta en algunas cocinas
están guisando cordero.
Los cohetes alocados,
suben sin saber a dónde,
la pandereta responde…
…que la fiesta ya empezado.
Los cohetes alocados,
suben sin saber a dónde,
la pandereta responde…
…que la fiesta ya empezado.
Aplauden en la bolera,
pues alguien sacó un emboque,
brinda con vino San Roque
y “ pide partida por fuera”.
Nuestra Señora lo ata
en corto y le recrimina:
Roque no me hagas pamplinas
que a ti el beber te desata.
Pero es fiesta y de guardar
y al año sólo es un día.
¡Alegría y alegría!
¡La fiesta hay que celebrar!
Fuera lloros, fuera penas,
esas ya vendrán mañana,
que a la noche habrá verbena
y habrá churros y avellanas.
Habrá sidra, habrá cerveza
y bailando un “achuchón”.
Y si amando hay ligereza…
…San Roque dará perdón.
Tinuco