QUE EL SEÑOR OS ASISTA

¡Ay Señor, Señor, Señor,
tu que estás en la alturas,
siempre me has tenido a oscuras
y ahora me tienes peor.

No preguntes que sucede,
Tu ya lo sabes de sobra,
ando escribiendo una obra
sobre exquisitas mercedes.

Son de la nata la crema
en ésta vida real,
pero al poeta la vena,
hace que las ponga mal.

A la honrada la mancilla,
al caballero le apeo
y a veces pues pongo "peos"
con los que hago tortilla.

Y no es que escriba de prisa,
en verdad que lo hago lento,
pero la historia es un cuento
que quiere buscar la risa.

Mi conciencia me está atando,
pero mi mano me empuja,
y pincho como una aguja
y es por éso que os demando.

Deja ahora tus oraciones
y asesoramé un momento,
se por una vez atento,
y guía un poco mis renglones.


D I O S (es el que habla)

Tresreglones, cabronazo,
que te estoy viendo venir,
sabes bien que hay que decir.
Que cuando la piedra tiras,
haces luego que suspiras
y encima escondes el brazo.

Déjame ya de monsergas,
y pregunta a Campuzano,
que tiene larga la mano,
pues tanto como la verga.
Y él te dirá por mi boca,
lo que ahora escribir te toca.
---------
Con las mismas Dios se ha ido,
dejándome como estaba,
que no sé si es que rezaba
o estaba hablando conmigo.

Lo que si me quedó claro,
fue a quién he de preguntar.
¡Pues ya os podéis preparar,
que éste no anda con reparos!.

Y como a él Dios le dicta
y él para mi es "dictador",
yo seré el "escribidor"
y que el Señor os asista.

Tinuco