Es difícil reflejar
lo que vale una mujer
es como hablar de un altar,
sólo Dios lo puede hacer.
Yo, como varón piadoso,
como poeta y artista,
me atreveré tembloroso
a dar mi punto de vista
Sólo expongo mi opinión,
y en ello mi pluma inmolo,
si en mi afán no doy razón,
se me castigue a mi sólo.
Te lo digo a ti, mujer,
que tu corazón anida,
un eterno amanecer,
y una esperanza de vida.
Resplandeces cual estrella,
y brillas como el diamante,
¡pero mil veces más bella!,
¡mil veces más importante!
Eres dulce y femenina,
gozo, ternura y pasión,
la tierra donde germina
principio y continuación.
Eres madre y compañera,
eres hija en juventud,
y la novia quinceañera,
y la abuela con gratitud.
En el hogar la templanza,
en la familia el regazo,
eres la justa balanza,
eres el nudo y el lazo.
Eres callada labor,
esencial de sentimiento,
que vas derramando amor,
y alegrando el firmamento.
Eres nuestro Sur y Norte,
eres bálsamo y paciencia,
suave brisa y horizonte
que nos da fe y existencia.
Eres flor de primavera,
tesoro sin preceder,
una exclamación profunda
y sobre todo ¡¡Mujer!!
Tinuco (San Juan 89)
domingo, 29 de marzo de 2009
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