Hoy que es un día cualquiera,
cual el de ayer o pasado,
yo me levanté animado
sin saber bien la razón,
mas celebro la ocasión
y digo: ¡¡Dios sea loado!!
Pero he meditado un rato,
porque es bueno analizar…
¿por qué un día es un cantar
y en cambio al día siguiente
todo se ve diferente
y distinto el despertar?
Si ayer y hoy soy el mismo,
pero lo mismo no siento,
ayer triste y hoy contento…
pienso que soy la veleta
que va variando de meta
según como sople el viento.
Tiene que ser mi cabeza
donde el cerebro lo ordena
con su eslabón y cadena,
dándome la confusión…
de una vez la animación
y a la siguiente la pena.
Pues yo tengo que vencer…
vencer en toda ocasión
a este cerebro bribón…
y conseguir cada día
que en mi alma la alegría
sea la única razón.
Tinuco