miércoles, 4 de agosto de 2010

LOS OJOS DEL CIEGO

Hablaba yo cierto día
con un hombre ya mayor,
que decía que no veía...
Y veía más que yo.

Ciego fue en todo momento,
ya desde el mismo nacer.
Y a pesar del impedimento,
éste ciego podía ver.

Pues tal carencia suplía
con su gran entendimiento.
Y con su cerebro veía,
mirando hacia sus adentros.

Me habló de ciertas cuestiones
que no pude cuestionar.
Tan llenas estaban de razones
que eran difícil de dudar.

Me dijo con gran vehemencia:
Nada para mi es extraño,
todo mi saber y ciencia
lo aprendí en el libro de los años.

El pez grande come al chico,
el león come a la cebra,
el águila con su pico,
pues se come a la culebra.

Y la culebra al ratón,
el ratón a la cosecha.
Cada uno es un eslabón
de una cadena ya hecha.

Todo tiene su explicación,
su razón y su medida,
porque es la eterna cuestión
de la lucha por la vida.

Y el hombre en su agonía
va luchando por su suerte.
Y en su anhelo de cada día
busca la vida y encuentra la muerte.

Ni siquiera a la hora de rezar
lo hacemos juntos a coro,
cada uno tiene su altar.
judío, cristiano o moro.

Todos al Cielo invocando
en eterno desvarío.
Cada cual dice: Lo mío...
Y mi Dios me está escuchando.

Y en su nombre clava el cuchillo.
Y en su nombre...Yo te mato.
Igual blancos que amarillos,
igual negros que mulatos.

Entre "azules" y entre "rojos",
entre fascistas y comunistas.
Entre mancos y entre cojos,
entre público y artistas.

La violencia se empecina,
bulle la sangre caliente,
se altera la adrenalina...
Y el caos ya está presente.

Me afirmó que esta cuestión
no es del alma original.
Es el producto del mal
que vive en la sinrazón.

Que de miseria se alimenta,
por intereses se crece.
La codicia lo acrecienta...
Y se bendice con preces.

El rico al pobre pisa,
el guapo desprecia al feo.
Y el cínico con su sonrisa,
lo ve y dice: No veo.

Estos son de verdad los ciegos,
que con su ceguera rompen la calma.
No ven ni Tierra, ni Cielo.
Les faltan los ojos del alma.

Incapaces para ver... si no es su ser,
incapaces de ver su propio cataclismo,
incapaces de ver... sólo de ver,
porque sólo se ven a ellos mismos.

Tinuco

No hay comentarios: