Ya se oye en mi puebluco,
campanas dando retoques.
Hay quien dice: por Tinuco,
yo digo: que por San Roque.
Son campanas repicando,
llevando eco a los senderos.
Y que a misa están llamando
a oriundos y a forasteros.
Los geranios pintan glorias
por ventanas y balcones.
Los viejos cuentan historias,
los mozos canta canciones.
Tiene el Besaya el detalle
de dar aguas cristalinas.
Y muy manso se reclina
al paso de todo el valle.
Y hasta los mismos cucones
coquetean con avellanas.
Y los piescos aun pelones,
porfían con las manzanas.
Las zarzas ya tienen moras,
dan fruto los perojales.
Y el sol calienta las horas,
dando brillo a los breñales.
Son todo pequeñas cosas
que nos hilan sensaciones.
Las libélulas y mariposas,
hasta pintan corazones.
En el Cueto, en sus alturas
y en el Gedo, allá en la cima.
los robles de ramas puras,
con las hayas hacen rimas.
Pandereta y tambor plano,
vibrando ya en manos blancas,
se mezclan con los campanos
de unas vacucas tudancas.
Y hasta la brisa que sopla
con su violín rutilante,
hace que el día sea radiante
y se desgrane una copla.
Hay concordia y resplandor,
buena comida en la panza.
hay buen sentido de humor
y en el Cielo una esperanza.
Somahoz, Somahoz..¡Que bonito!.
Que no hay pueblo mejor,
es un regalo bendito...
¡¡Un regalo del Señor!!
Tinuco.
campanas dando retoques.
Hay quien dice: por Tinuco,
yo digo: que por San Roque.
Son campanas repicando,
llevando eco a los senderos.
Y que a misa están llamando
a oriundos y a forasteros.
Los geranios pintan glorias
por ventanas y balcones.
Los viejos cuentan historias,
los mozos canta canciones.
Tiene el Besaya el detalle
de dar aguas cristalinas.
Y muy manso se reclina
al paso de todo el valle.
Y hasta los mismos cucones
coquetean con avellanas.
Y los piescos aun pelones,
porfían con las manzanas.
Las zarzas ya tienen moras,
dan fruto los perojales.
Y el sol calienta las horas,
dando brillo a los breñales.
Son todo pequeñas cosas
que nos hilan sensaciones.
Las libélulas y mariposas,
hasta pintan corazones.
En el Cueto, en sus alturas
y en el Gedo, allá en la cima.
los robles de ramas puras,
con las hayas hacen rimas.
Pandereta y tambor plano,
vibrando ya en manos blancas,
se mezclan con los campanos
de unas vacucas tudancas.
Y hasta la brisa que sopla
con su violín rutilante,
hace que el día sea radiante
y se desgrane una copla.
Hay concordia y resplandor,
buena comida en la panza.
hay buen sentido de humor
y en el Cielo una esperanza.
Somahoz, Somahoz..¡Que bonito!.
Que no hay pueblo mejor,
es un regalo bendito...
¡¡Un regalo del Señor!!
Tinuco.
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