Cada noche trae un día,
cada día una vivencia
y cada vivencia un hecho;
y está en tu filosofía
que logres en cada trecho
llevarlo con buena ciencia.
Hoy te has levantado triste
por una mala cuestión
que consideras injusta;
no desmayes y resiste
cuando el ánimo es la fusta
que flagela el corazón.
Elimina adrenalina,
que es del cerebro alcaloide
o una hormona glandular;
fluya la serotonina,
que es la piedra angular
donde el bienestar reside.
Y brotará de tu mente
el bálsamo sanador
que alienta otras perspectivas;
notarás que el alma siente
reconfortante misiva
de un aura restaurador.
Y aquel problema primero,
que sí lo era en esencia
en tu particularidad;
vuelve a sopesar los peros
y empieza a dejarte paz
en tu estrujada conciencia.
Todo está en cómo pesamos
con la báscula mental
de la nuestra analogía;
o el cristal con que miramos
el color de cada día
y la evaluación del mal.
Pensemos por un momento
que esta vida es comedia
y nosotros comediantes;
tratemos cada momento
hacer fútil lo importante…
si lo importante es tragedia.
Tinuco
1 comentario:
De lo mejor que le he leído.
Muy bueno, sí señor
pues rimar siempre es posible
y emocionar... ya es primor,
solo al alcance del noble...
enhorabuena al autor
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