viernes, 24 de octubre de 2014

ÉL ES…













Vive los tiempos modernos
y cuenta cosas pasadas,
y, en sus baluartes eternos
guarda todo lo que amaba.

Lo que ama y amará,
lo que siente al ser amado,
sin flaqueo al ¿qué será?,
sin miedo a lo inesperado.

Él es…

Uno más en el concierto
de esta vida terrenal,
con fallos y con aciertos,
llamémosle …Tal y Tal.

Lo de Tal, por el talante,
el otro Tal, de apellido,
que puede ser conocido
sin dar nombre por delante.

Vive y contempla la vida
desde su nimio tablado,
alejado de perfidia
y muy cerca de lo honrado.

Le gusta en cada jornada
que el sol bañe su silueta,
que una voz junto a la almohada
sea su fantasía concreta.

Él adora la vereda
que lleva a la lejanía,
y goza cuando se enreda…
tu sonrisa con la mía.

No le van los aspavientos,
ni hacer juicios de valores,
y, es feliz con los clamores
del aura que hay en los cuentos.

Cierra el quinqué de sus ojos
y viaja por el planeta,
lo transfigura a su antojo
y su visión es concreta.

No pide, porque ya tiene
lo poco que le sustenta,
aquello que le entretiene
y aquello que tu le cuentas.

Sabe que sabe muy poco,
sufre silencios callados,
y, al repasar su legado
se ve más cuerdo que loco.

No le busquéis más cuestiones
a este botón sin ojal,
que aunque tiene pretensiones…
pues se queda en Tal y Tal.

Tinuco

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