En los tornos de mi balcón
se enredó una enredadera,
con color de Primavera
que pinta el amanecer.
Que es el color de mujer...
Mujer, Virgen verdadera.
Y un jilguerillo en su vuelo,
perdió una pluma al girar,
la brisa sopló un silbar.
Y una nube vaporosa
que allá en la cima se aposa,
deja llorar... su cantar.
Huele la flor del laurel,
entre el verde hay margaritas.
El joven ya busca citas
y el viejo busca pasados.
El rocío danza en los prados
y el sol a ratos se excita.
Hay un algo que se atisba,
mezcla de real y cuento,
que forja en el pensamiento,
ilusiones y certezas
de amor y Naturaleza
que cabalgan sobre el viento.
Tinuco
se enredó una enredadera,
con color de Primavera
que pinta el amanecer.
Que es el color de mujer...
Mujer, Virgen verdadera.
Y un jilguerillo en su vuelo,
perdió una pluma al girar,
la brisa sopló un silbar.
Y una nube vaporosa
que allá en la cima se aposa,
deja llorar... su cantar.
Huele la flor del laurel,
entre el verde hay margaritas.
El joven ya busca citas
y el viejo busca pasados.
El rocío danza en los prados
y el sol a ratos se excita.
Hay un algo que se atisba,
mezcla de real y cuento,
que forja en el pensamiento,
ilusiones y certezas
de amor y Naturaleza
que cabalgan sobre el viento.
Tinuco