Hoy he vuelto a pasar
por aquel camino verde,
donde el recuerdo se pierde
en meloso disfrutar.
Y a una colina he subido,
donde yo soñaba amores,
y en un árbol ya sin flores
gravé su nombre querido.
Dos lágrimas recorrieron
la vereda del sentir,
de las horas que me dieron
gozo pleno de vivir.
Todo era y todo estaba
como parado en presente,
pero ella me faltaba…
dejando mi ser ausente.
Tan solo por un instante,
mirando hacia las alturas
vi en la nube su figura…
mientras hacía un desplante
Un espejismo fugaz
de locura transitoria,
que jugaba en mi memoria
para quebrarme la paz.
Pero el cantar de un riachuelo
me volvió a la realidad.
Quité mis ojos del Cielo
y volví a mi humanidad.
Y retorné aquel camino
sin dejar nada pendiente,
siguiendo sólo mi signo…
el que marca mi presente.
Tinuco
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