A lo largo del camino…
que hacemos cual caminantes,
vamos perdiendo o ganando,
aunque lo más importante,
es el seguir caminando.
Hay veces que en el recodo
de un horizonte escondido,
pisas barro, pisas lodo…
o dejas algo perdido.
O que otra vez al pasar
por la misma encrucijada,
te aparezca de la nada…
una forma de ganar.
De niños, ya es exponente
y en extremo natural,
empezar a perder dientes…
pérdida que no está mal.
Con los años pierdes vista,
pierdes oído y el pelo,
pierdes entusiasmo y celo,
no añado más a la lista…
Pero todo es relativo
en el perder o ganar…
(pero dejadme, que sigo,
para que pueda acabar).
Hay pérdidas de valor,
como hay pírricas ganancias,
y os daré una circunstancia…
y ésta trata del amor.
Pues siendo yo amoroso,
aunque de amores carezco,
afirmo que éste es glorioso…
o se nos vuelve grotesco.
Mas si lo pierdes, no es grato,
pero en el tiempo, al pasar…
vas pensando en cada dato
y, ves que perder… fue ganar.
Pero ganancia llorada,
luego al final es perder,
caso que te da a entender…
que te has quedado sin nada.
Y si pierdes la riqueza
por algún mal ramalazo,
mengua el lujo, mengua el cazo
y hasta te causa tristeza.
Pero al fin vas y te adaptas
a lo que te haya quedado,
¿supongo que esto lo captas?
yo lo sé…pues me ha pasado.
Y si tu vida fue larga…
¡pues qué suerte que has tenido!.
Que lo ganado y perdido,
no te parezca una carga.
Esto viene a demostrar,
que la vida… es lo vivido,
que lo ganado o perdido…
están en el caminar.
Son trueques de la existencia
que flotan en el azar,
Vívelos como vivencias
y si no… ¡¡ponte a rezar!!
Tinuco
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