Cuando algo no te conviene
pues deja el agua correr,
y coge aquello que viene…
si es que te puede valer.
Si te vale... ya es valor,
guárdalo como oro en paño
y mécelo con amor…
todos los días del año.
Y lo malo, que eso existe,
pasémoslo de puntillas,
pues por virulento embiste
y al embestir nos mancilla.
Hoy seamos optimistas
sin dejar de ser sensatos,
y seamos alquimistas
fabricando buenos ratos.
Seamos dioses bienhechores,
pletóricos y completos,
para ser merecedores
de los dadivosos retos.
Donde, desde nuestro estar,
veamos el infinito,
para poder alabar
de este mundo… lo bonito.
Como el beso al despertar
que la mañana regala,
cuando el sol viste de gala
y te viene a acariciar.
Cuando tu salud te cuida,
cuando en poco ves bastante,
cuando aceptas que la vida…
es tan sólo un breve instante.
Cuando ves que en el afecto
eres y tienes amigos,
cuando te sientes perfecto
aunque sólo estés contigo.
Cuando atisbas el mirar
de unos ojos amorosos,
cuando consigues lograr
tus momentos fantasiosos.
O cuando se dio ese cuándo
de aquel tan grato desliz,
disfrútalo y sé feliz…
no te estés martirizando.
Que bajo el sol todo es viejo
y joven allá en el cielo,
porque visto desde lejos…
se queda en pequeño vuelo.
Pues todo momento grato
en el tiempo es fugaz;
es la vida haciendo un pacto
para regalarte paz.
Porque todo es un compendio
que se consigue al vivir.
Que a mí me deja riendo
y que a ti te hará reír.
Tinuco
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