Era ya noche cerrada,
cuando tres brujas ladinas,
bailaban en mi tejado.
Una estaba desdentada,
la otra sucia cual gorrina,
la tercera era un pecado.
Cuatro tejas me rompieron
y un trozo del canalón,
en la chimenea mearon
y también en el balcón.
Las tres borrachas perdidas
y fumando "chocolate",
medio lelas y aturdidas
y diciendo disparates.
Lo grave de ésta cuestión
y de sus malas maneras,
resulta tan solo, que era
un ruidoso "botellón".
Las dije que tenía sueño
y que el tejado era mío.
de nada valió mi empeño.
Me contestaron a una,
vete a dormir a tu cuna
y olvidanos ahora "tío".
Yo llamé a la policía,
que llegó al amanecer;
era un cabo y un sargento,
que no estuvieron atentos
y no estaban por hacer.
Preguntaron que pasaba
y yo, pues les di las quejas,
mostrando el canalón roto
y rota también las tejas,
el consabido alboroto
y cómo se me trataba.
Así fue llegando el día,
sin ninguna solución.
Me dijeron que ésto es moda,
y que lo echara en reír;
que ésto es poco y no incomoda.
Así que vaya a dormir
que se acabó la función.
Tinuco
No hay comentarios:
Publicar un comentario