Tengo pelos en el alma
y en el corazón espinas,
ideas que pierden mi calma
y un cabreo que hasta alucina.
Diré el porque y enseguida
y lo que digo no es cuento;
son lecciones de la vida
y de un buen razonamiento.
Quien se levanta a las cinco,
cinco o seis de la mañana,
y trabaja con ahinco
en el mes cuatro semanas.
Y así las cuatro estaciones,
dentro de una refundición;
una de tus ilusiones,
llegar a la jubilación.
Pues pasando de sesenta,
de tu vida son tres cuartos,
de trabajar ya estás harto
y has pagado ya tu cuenta.
Te has redimido en tu cruz,
te mereces un descanso,
que sea el político ganso,
el vago y la juventud.
Los que sigan la labor
que tu dejaste pendiente,
y sea el sudor de su frente
el que haga a España mejor.
Y mientras los jubilados,
a recorrer los caminos,
sopa caliente y buen vino,
pues lo tenemos ganado.
Eso y echar dos "polvetes",
no de los que echa el Gobierno,
cuando dice en plan muy tierno:
Tira hasta los sesenta y siete.
Y en vez de llevar fiambrera,
lleva cachaba o bastón...
¡Ay Dios mío si pudiera!...
¿Como habrá tanto cabrón?.
La ¡"leche"!, ¡coño! ¡jolinas!,
ya estoy mucho más que harto
me sube la adrenalina
y estoy a punto de infarto.
Tinuco
sábado, 30 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario