martes, 13 de julio de 2010

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO

Del Demonio y del Infierno
hablaba yo, con un cura,
en una tarde de Invierno
de bajas temperaturas.

Dentro de una sacristía,
con San Juan Nepomuceno,
con la estatua de María
y de Jesús Nazareno.

Aquel cura me decía:
¡Ay pobre del pecador
que no rezó cada día,
se quemará, si señor!.

Que al que no reza le espera
el calor de mil braseros.
Y el fuego de las calderas
que aviva Pedro Botero.

¡Por Belcebú que dilema
y que horror por Lucifer,
allí el culo te lo queman
o lo ponen a cocer!.

Yo de oírle ya sudaba,
pero él, erre que erre...
Intenté abrir las ventanas,
pero él gritó:QUE LAS CIERREEESS.

Siguió con su perorata
que mezclaba con latines.
Me temblaba hasta una "pata",
se me escaparon "pedines".

Y añadió: Puedes ser malo,
bandido y atracador,
pero si rezas hermano,
te perdonará el Creador.

Porque aquel que se arrepiente
de verdad, de corazón,
aunque a otro saque el vientre,
alcanzarà el perdón.

Puedes ser vil y traidor,
violento, cruel, mentiroso,
mas si rezas al Señor,
contigo será piadoso.

Aunque explotes al trabajador
y maltrates a los ancianos,
rezando un Yo Pecador,
el Cielo estará en tus manos.

Aunque no dejes vivir
a tu prójimo ni un día,
tu arreglaló al morir,
rezando a Dios y a María.

Te salvarás del Averno
y ni al Purgatorio irás.
Y no le verás los cuernos
al malo de Satanás.

Reza por lo que más quieras,
que si no es mal asunto,
de no hacerlo, a ti te espera
que te derritan el unto.

Que veas tus tripas al sol,
tu corazón a cocer,
tus pulmones al vapor
y tus riñones al jerez.

Darás fuertes alaridos
y pedirás compasión,
pero la "Bestia" a tu oído,
cantará obscena canción.

Y el castigo es eterno,
así que apañado vas,
con las llamas del Infierno
y Belcebú por detrás.

Que el que no reza, perece,
volvía el cura a recalcar.
Las preces, solo las preces,
ellas te pueden salvar.

Pero yo no... no recé,
le dije: Adiós que me voy,
si quiere pues rece usted,
que yo de rezos no soy.

........... PAUSA.........

Al cabo de cierto tiempo,
como la vida no dura,
con bastante sentimiento,
pues me fui a la sepultura.

Y siendo ya un alma en pena,
me acordé de aquel "santón"...
¡Hostias, me van hacer la faena
si el cura tenía razón.

Porque yo no fui muy bueno
y de rezos...ya lo he dicho,
pensé, se me cae el pelo
y de seguro... "la espicho".

Y que al Infierno llegué,
porque ése fue mi destino.
Por llegar, ya me cagué,
la verdad, no estuve fino.

Asustado y medio a tientas,
di mi nombre y apellidos.
Enseñé todas mis cuentas
y hasta un grano del oído.

Yo dije lo bueno que era,
éllos lo malo que fuí.
Sin más demora y espera,
me dijeron: POR AQUÍ...

Pesaron todos mis actos
y llegaron a la conclusión,
de que el peso era exacto...
Y caí de un empujón.

Allí se abrió un gran portón,
¡¡uufff que calor y que gritos!.
Y a la entrada vi al "frailón"
que estaba ya medio frito.

Y además pude escuchar,
tan solo por un momento,
que el Diablo le hacía rezar
y él echaba juramentos.

El, que de rezos habló,
el, que hasta al hablar rezaba.
De muy poco le valió,
yo lo vi , ¡como le asaban!.

Esto me hizo pensar,
que obras buenas son amores.
Que no basta con rezar
para alzanzar salvaciones.

Tinuco

No hay comentarios: