No nos debe preocupar
lo que no hemos conseguido.
Porque es mejor recordar
aquello que hemos tenido.
Nuestra niñez en la infancia,
los juegos, las travesuras,
sueños de mil aventuras,
con la más limpia inocencia,
Donde ganar consistía
en participar en juegos,
sin derrotas, sin entregos,
sólo por mera alegría.
Donde los charcos y el barro,
o la comba o las chapas,
o el escondite o el marro,
o corre porque te atrapa...
El corro de la bolera,
la fuente, la plazoleta,
allí estaba lo que era,
el mundo de nuestra meta.
En verano estaba el río,
en el Invierno la nieve,
Un portal hacía de avío
en esas tardes que llueve.
La escuela con sus recreos,
los días de vacaciones,
las Primeras Comuniones,
los libros y los tebeos (T.B.O.).
Todo era un todo de todo,
que sin saberlo era luz,
para llevarnos con modos,
a la misma juventud.
¡Qué tiempo tan feliz,
que nunca lo olvidaré!.
Aún lo tengo
cuando yo me enamoré.
Que varias veces lo fueron,
según cual la romería,
según Lucrecia o María
según quise o me quisieron.
Otras resultaron maza,
aunque fueran pura flor.
Pues me dieron "calabazas"...
Eran cosas del amor.
Los besos, los achuchones
en las noches de verbena.
Y a veces los "calentones"
si la moza era muy buena.
Que de ahí no se pasaba,
¡Válgame qué penitencia!
Pues pagabas con sentencia...
Que quien preña... se casaba.
Y que llegando el casar,
pues te echaban la "zamosta".
Y no te podías marchar
ni picándote la "mosca".
Y ya dentro del "talego",
era muy probable o fijo,
que más tarde o más luego,
fueran llegando los hijos.
Al fin un gran cometido
un ser tuyo a quien querer.
Esto sí es haber tenido...
lo que ya es mucho tener.
Tinuco
lo que no hemos conseguido.
Porque es mejor recordar
aquello que hemos tenido.
Nuestra niñez en la infancia,
los juegos, las travesuras,
sueños de mil aventuras,
con la más limpia inocencia,
Donde ganar consistía
en participar en juegos,
sin derrotas, sin entregos,
sólo por mera alegría.
Donde los charcos y el barro,
o la comba o las chapas,
o el escondite o el marro,
o corre porque te atrapa...
El corro de la bolera,
la fuente, la plazoleta,
allí estaba lo que era,
el mundo de nuestra meta.
En verano estaba el río,
en el Invierno la nieve,
Un portal hacía de avío
en esas tardes que llueve.
La escuela con sus recreos,
los días de vacaciones,
las Primeras Comuniones,
los libros y los tebeos (T.B.O.).
Todo era un todo de todo,
que sin saberlo era luz,
para llevarnos con modos,
a la misma juventud.
¡Qué tiempo tan feliz,
que nunca lo olvidaré!.
Aún lo tengo
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