DESCONSOÑARSE

Con su batín mañanero,

sin clarear la jornada,

empezó a “desconsoñarse”,

atisbando que ya Enero

en Reinosa las nevadas

pues empiezan a fraguarse.

Y mirando a Braña Vieja

ve que se pinta un celaje,

que en el Chivo hace madeja

y va cambiando el paisaje.

Ha prendido ya el fogón

que caldea los rincones.

Después de las abluciones

engulle con discreción.

Entre que sorbe y que “morde”,

justamente en ese hueco,

le arregla hasta los bordes

a un cigüeñal de los suecos.

También un árbol de levas

a una naval danesa,

y de paso hace pruebas

con la pata de la mesa.

Luego va al ordenador

y observa toda noticia,

hasta encontrar la primicia

que le mando a borrador.

Y cuando pongo una jota

y es la g lo que requiere,

nunca me baja la nota…

y noto que es que me quiere.

Hora ya es de presentarse:

Es Javier… Javier Tezanos,

que inventó el “desconsoñarse”,

que suena muy campechano.

Si la idea no me engaña,

pues la palabra en cuestión

se escribe con las legañas

de un temprano madrugón.

Sigue Javier madrugando,

di palabras inauditas,

yo las iré hilvanando

y parecerán bonitas.

Tú procura cada día

inventarte seis o siete,

que Tinuco te promete

que así hará buena poesía.

Y ahora tápate… tápate,

tápate que el frío llega

y te puedes constipar,

pero no se olvide Usted

de revisar esta entrega

mañana, al “desconsoñar”.

Tinuco