miércoles, 27 de enero de 2016

TROTAMUNDOS











Su madre era mulata,
su padre era portugués,
él, marino de fragata
y nacido en Avilés.

Va atravesando los mares
desafiando destinos,
luchando contra avatares
y empeños de los caminos.

Traficante de tabaco
y tahúr en las cantinas,
de la pandilla de Baco
y amante que se empecina.

Duerme con un ojo abierto
y el rezo de su espada,
con el ansia en la llegada
por arribar en un puerto.

Donde buscando la suerte
por burdeles y tabucos
ve la cara de la muerte
que juega naipes de truco.

Es sombra de callejones,
ventajista de ocasión,
arlequín en las reuniones
y ansioso por el doblón.

Es retador en reyertas
y burlador de maridos,
corazón de tumba abierta
y alma de desabrido.

Y así doblen carillones
por muerte que él motivase,
escueto será en la frase:
“Que le den sus oraciones”.

Tan sólo el mar lo sosiega
con la música marina,
de esa ola que inclina
al barco que se doblega.

Tenía una barca de palas
y una casa de ladrillo,
pescaba entre cala y cala
lo que vendía en mercadillos.

Dicen sin que oiga su oído:
Que allá por las Azores
tuvo con dama amores
que no fueron permitidos.

Él pobre, ella con rentas,
hija de un acaudalado
que lo tenía acorralado
y puesta su vida en venta.

Hubo de salir corriendo
para no salir corrido,
carga que lleva sufriendo
y que lo ha vuelto bandido.

Siendo niño era normal
y noble de adolescente,
pero el amor le hizo mal
y se volvió mala gente.

Del amor pasó al rencor
y de orar a la blasfemia,
de lo serio a la comedia
y de honrado al error.

Taciturno y pensativo
y mirando en lontananza,
con el único objetivo
que es la sed de su venganza.

Mira al mar que es su querida,
sin más afán que existir,
pues no le deja vivir
el amor que hubo en su vida.

Ayer hombre genuino,
hoy personaje iracundo,
donde el Diablo es padrino
que bautiza a Trotamundos.

2 comentarios:

Admiradora dijo...

Preciosa poesía.

Tinuco dijo...

Ganas tengo de conocer a esta admiradora, pues me hace sentir que lo que hago....lo hago bien

Gracias por ella