martes, 26 de enero de 2016

GARRAFILLAS











Nació en una aldehuela
entre miseria y oprobio
sin padre que fuera fijo,
fue criado por la abuela,
mujer que vendía botijos
con licencia de un cenobio.

Con catorce ha florecido,
el colegio se terminó,
se acabó lo que se daba,
que el hambre no hace cumplidos
y toca ganar las habas…
y punto y san se acabó.

A rodar por los cortijos
con el sol o con la helada
y el atropello del mal,
sin saber si el pan es fijo,
con la mente atribulada
de un pecado original.

Es escuálido y moreno,
tiene el pelo ensortijado
y gasta faca afilada,
duerme entre los centenos
con sueño desosegado
y acunado por la nada.

Hoy deambula entre la jara,
mañana entre alcornocales,
de pasado no hace avance,
pues cada día es una tara,
que no avisa cuando sale
para lanzarle otro lance.

Él camina a tumba abierta
porque es carne de cañón
y osamenta de osario,
la serranía es su puerta
que se abre sin farallón
a su tétrico rosario.

Trapichero de hojalata,
robador de gallineros
y estafador en las ferias,
esa es su clara posdata
que es propia del desespero
que le siembran las miserias.

Va de cortijo en cortijo
y de poblado en poblado,
siempre con sus trapicheos,
lejos le queda lo fijo
cerca salir escaldado
y aguantándose el cabreo.

Sólo es un vagabundo
perdiendo toda apuesta,
sin historia que referir,
volteado por el mundo,
con sus miserias a cuestas
y afán de sobrevivir.

Los años le van cambiando,
necesita patrimonio
y una vida que alcanzar,
se enteró, no sabe cuando
y quizá por el demonio,
de la vida militar.

Hoy… la madre en el asilo,
un hermano está en prisión,
otro robando carteras,
otro con la droga en vilo,
la hermana hace la “carrera”,
pero él… ¡¡está en la legión!!

Y al llegar Semana Santa,
cuando piensa en lo que ha visto,
es cuando empieza a creer
que el que quiere se levanta,
y da las gracias a Cristo…
El Cristo del Gran Poder.

¡¡Caballero legionario!!,
al final encontró meta
allá por Ceuta y Melilla,
de España es misionario
en la banda de cornetas…
donde toca Garrafillas.

1 comentario:

Admiradora dijo...

Grande Tinuco y su bella poesía.