Como intentando llegar
al Cielo con alegría,
se levanta una abadía,
que la llaman El Rezar.
Es de piedra bien labrada,
de castaño los portones,
y una cruz encaramada
que transmite bendiciones.
Es sobria en el interior,
también es fría y oscura,
solo en el Altar Mayor,
resplandece una figura.
Es la de un Cristo tallado
en madera de nogal,
con sangre, sudor… clavado
y expirando por el mal.
¡¡Dios, qué extraña relación
de verse en su nacimiento
y a la vez ver el momento
de ese acto de contrición…!!
Navidad frente a una Cruz,
justo en un portal bendito,
donde ya el Niño Jesús
triste… cierra los ojitos.
No es por sueño, ni es que reza,
ni porque no haya mamado,
los cierra por la tristeza…
viendo el destino trazado.
Hoy le alegran con campanas,
sin tardar serán laureles,
pero Él sabe que mañana,
verdugos serán los fieles.
Pero lleno de humildad,
su rostro pone sonrisas,
y escucha la Santa Misa
en el día de Navidad.
Con un deseo primordial,
que tú, que yo… y todos ellos,
tengamos un día bello
y no nos hagamos mal.
Y mañana y pasado…
(ésa es su voluntad)
estemos o no… a su lado,
vivamos de amor y paz.
Tinuco
1 comentario:
Qué bien nunca nos falta el poema de Tinuco en el momento preciso.
Que Dios le de salud y le mantenga la inspiración para que siga regalándonos su bella poesía.
Últimamente estoy leyendo y releyendo poesía de varios autores y puedo decir que de los poetas modernos más actuales no me gusta ninguno, me quedo con los clásicos y con Tinuco que está entre estos, los buenos.
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