De la mano se llevaban,
uno del otro orgulloso,
se les caía la baba,
en su caminar airoso.
Por la senda de un jardín
que florece a su pasar,
van logrando en su cantar
que nunca se vea el fin.
Entre silencios se admiran
y se hablan con la sonrisa,
a ratos hasta suspiran…
no hay agobio y no hay prisa.
Porque su tiempo es eterno
en armonía y libertad,
son líneas en un cuaderno
que tocan la Eternidad.
Dos décadas han pasado,
siempre en idilio completo…
Hoy el jardín está inquieto…
pues él su alma ha entregado.
Y llora la viuda amores
con el dolor de los duelos…
cuando alguien llega con flores…
que las envían del Cielo.
¿ ……………….?
Son de la floristería,
de hace tiempo ya encargadas,
para que sean entregadas,
justamente en este día.
En una cinta de cuero,
con detalles repujada,
hay escrito: “Yo te quiero…
aquí te espero mi amada”.
“Vive, vive, vive en paz,
y ponle agua a mis flores,
que te mando con amores…
desde la Eternidad”.
Tinuco
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