Así es el buen abuelo,
que aun a la vida se aferra,
sus ojos miran al cielo,
sus pies están en la tierra.
Mirarle, va caminando
por el camino que tiene,
a ratos él va pensando
y hasta pensar le entretiene.
Los años menguan sus fueros,
más no percibe inclemencia,
se apoya en sus experiencias
y el alma le hace ligero.
Ha desechado las prisas,
ya no juzga,ni se enfada,
su rostro es una alborada
que canta alegres sonrisas.
Es sabio cuando asevera,
pero evita la porfía,
demuestra buenas maneras,
saluda con cortesía.
Es pintoresco y afable,
tiene gracia y timidez,
siempre honrado, siempre estable
y le sobra candidez.
Su ánimo no decrece,
su estilo no se fragmenta,
cuando se cansa se sienta
y canta si le parece.
No se rinde a las batallas
que la vida le presente,
pues sabe verlas de frente,
y su valor no desmaya.
Con sus dos manos sabe dar
y enseñar con su consejo;
y nunca se siente viejo,
cuando se trata de amar.
Así es el buen abuelo
que aun a la vida se aferra,
sus ojos miran al cielo,
sus pies están en la tierra.
Tinuco
lunes, 7 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario