La nevada es muy copiosa,
vengo de Villacantid,
voy camino de Reinosa,
traigo helada la nariz.
Al Hijar le dejé a un lado
después de echarle un requiebro,
y en Fontibre me he encontrado
con las aguas del río Ebro.
Ya por Salces, la nevada
me llega a la "pantorreja",
más habrá en Hoz de Abiada,
mucho más en Braña Vieja.
A la iglesia me encamino,
pues San Sebastián me espera,
santo, que al que bebe vino,
perdona su borrachera.
Sobre las losas heladas,
yo le rezo de rodillas,
le ofrezco unas mantecadas,
prefiere unas pantortillas.
Los copos caen sin parar,
Pozazal está cerrado,
y cuando llego a mi hogar,
la nieve llega al tejado.
Tinuco
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